Mis dedos huelen a mi sexo, mi Señor.
A mi sexo agradecido.
Un día menos para verle, un día más de necesidad y deseo, mi Amo.
Le necesito detrás de mí, dándome órdenes, jugando conmigo. Viendo cómo disfruto y escuchando mi agitada respiración, mis gemidos y mis orgasmos, mi Amo.
Cada día que pasa es mayor la necesidad, pero menor la espera.
Su esclava, siempre
M

No hay comentarios:
Publicar un comentario