lunes, 3 de febrero de 2014

Cada día que pasa

Mi adorado Amo,

Mis dedos huelen a mi sexo, mi Señor. 
A mi sexo agradecido. 

Un día menos para verle, un día más de necesidad y deseo, mi Amo.

Le necesito detrás de mí, dándome órdenes, jugando conmigo. Viendo cómo disfruto y escuchando mi agitada respiración, mis gemidos y mis orgasmos, mi Amo. 


Cada día que pasa es mayor la necesidad, pero menor la espera.

Su esclava, siempre

M

No hay comentarios:

Publicar un comentario