sábado, 15 de febrero de 2014

Le adoro

Mi adorado Amo, 

Hoy ha sido un día duro en el trabajo, mi Señor. He llegado a casa agotada, pero aún así, no he parado de pensarle todo el día, mi Amo

Llega a dominar mi mente hasta el punto de evadirme de los problemas pensando que me folla y ¡cómo me folla, mi Amo! 

Estoy húmeda todo el día y tengo que cambiarme el tanga con frecuencia, porque no aguanta más, mi Señor. 

Usted me ayuda a ser más feliz y por eso, besaré y lameré sus pies agradecida. Con una sonrisa en mis labios


Soy su sumisa. Le adoro, mi Dios

No hay comentarios:

Publicar un comentario