Hoy ha sido un día duro en el trabajo, mi Señor. He llegado a casa agotada, pero aún así, no he parado de pensarle todo el día, mi Amo
Llega a dominar mi mente hasta el punto de evadirme de los problemas pensando que me folla y ¡cómo me folla, mi Amo!
Estoy húmeda todo el día y tengo que cambiarme el tanga con frecuencia, porque no aguanta más, mi Señor.
Usted me ayuda a ser más feliz y por eso, besaré y lameré sus pies agradecida. Con una sonrisa en mis labios
M

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