Como cada noche, le escribo para contarle lo que siento o lo que hago durante el día.
Sigo comiendo fruta, como ya le comenté, mi Señor, y la reducción de tabaco afecta a mi carácter.
Se me está haciendo duro, pero es un deseo de mi Amo y eso es mayor que las ganas de fumar, mi Señor.
Por otro lado, el saber que pronto podremos hacer nuestros deseos realidad, me anima a continuar adelante, mi Amo.
La sensación es extraña, porque cuanto más se acerca la fecha, más crece el deseo y siento que el encuentro hará que me calme en mi deseo. Pero por otro lado, tengo la impresión de que solo hará que mi necesidad crezca, porque siento que, una vez lo experimente, no voy a desear nada más en este mundo, mi Amo.
Seguiré necesitando Su piel, Sus manos, Su lengua, Su polla, más que nunca, mi Dios.
Las ataduras solo están en mi mente. Y allí, soy totalmente Suya, mi Amo
Su esclava, Su puta,
M

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