Desde atrás, con Sus manos sujetando mi cadera, mientras me tiene atada a la cama, mi Señor.
Dominándome, mientras no tengo otro remedio que dejarme llevar y preguntarme qué será lo próximo. Espectante. Deseosa de descubrir qué es lo siguiente, mi Amo.
Ahí es donde quiero estar, mi Señor.
Ese es el lugar al que pertenezco. A expensas del deseo de mi Amo. A Su merced.
Suya
M

No hay comentarios:
Publicar un comentario