martes, 4 de marzo de 2014

M 3-3


Mi adorado Amo, 

Hoy no he dejado de pensar en Usted, mi Señor. 

Sus manos han vuelto a acariciar mi cuerpo, que ya no es mío. Y me ha vuelto a besar una y mil veces, mi Amo.

He repasado cada momento con Usted una y otra vez. 

Me he sorprendido a mí misma, tan segura de que las mejores ataduras eran las mentales, tan segura de mi obediencia... ¡Cómo me gusta que me ate, mi Señor! Y esa fusta golpeando mi culo... Mmmmm 

Le deseo aún más, si cabe. Y deseo aprender lo que mi Amo quiere enseñarme. 


Hoy tampoco he fumado, mi Dios. Porque mi cuerpo, ya no es mío. Es Suyo.

Su esclava, 

M

No hay comentarios:

Publicar un comentario