Hace una semana, el tiempo parecía no pasar. Y ahora vuela, mi Señor. Quiero pensar que vuela hacia el próximo encuentro.
Desde que le pertenezco, todo lo que en mi vida gira alrededor del sexo, es Suyo, mi Amo. Mi cuerpo, mis pensamientos, mis sueños eróticos... Esta semana ya me he despertado un par de veces durante la noche, soñando con Usted, mi Señor. Y en mis sueños me ata, me come, me masturba, me folla a su antojo y por dónde más desea, mi Amo.
Siempre despierto a punto de correrme y siempre impido que esto ocurra, aunque me cueste, porque no tengo el permiso de mi Señor.
Duermo como Usted me ha enseñado. Desnuda, en tacones, con mi collar y mi juguete en el ano. Y eso, mi Señor, ya me provoca una excitación que no había conocido antes. Solo con prepararme para ir a la cama, ya estoy húmeda y cachonda. Siempre dejo el juguete para el final, porque es lo que más cachonda me pone. Y todo ello me recuerda que no me pertenezco. Que soy suya y que mi Amo quiere que Su juguete esté listo para usar en cualquier momento. Y soy feliz.
Me dejo dormir con una sonrisa en mi boca y mi sexo húmedo. Listo para lo que mi Dios desee.
Le pido por favor, mi Señor que me ate, que me azote, que me amordace, porque sé que lo hace porque me desea. Desea usar Su juguete y su juguete desea ser usado.
Confío plenamente en mi Dios. Él sabe lo que me conviene
Buenas noches, mi Señor. Esta noche, volveré a estar desnuda, con mis tacones, mi collar y mi juguete y volveré a soñar con mi Amo.
Su esclava
M


No hay comentarios:
Publicar un comentario