martes, 11 de marzo de 2014

Sin perder el control


Mi adorado Amo, 

Mi Señor... Me cuenta lo que me hará en nuestro próximo encuentro y yo me tengo que controlar para no desbocarme. 

Esta tarde lo he pasado muy bien, mientras me relataba lo que me haría y mi cuerpo era golpeado una y otra vez por el deseo. Pero al mismo tiempo lo he pasado mal, por estar en público y tener que disimular lo que mis ojos leían y mi mente imaginaba, mi Amo. 

Solo quería estar sola. Sin nadie alrededor para difrutar una a una de Sus palabras y poder cerrar mis ojos e imaginar todo lo que Usted me describía, porque lo quiero TODO. Quiero complacerle. Quiero que disfrute usando mi cuerpo, ahora Suyo, en lo que quiera y como desee, mi Amo. 

Soy Su juguete, Su perrita, Su puta, Su sumisa. Soy SUYA, mi Amo. 


Le deseo, mi Señor

Su esclava, 

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